juanenruta

conflicto, recuerdo y paz

Archivos en la Categoría: Educación

Entrevista para Convives

Nélida Zaitegi me ha invitado a participar en el Nº 0 de la revista digital de la Asociación Convives y me ha realizado la entrevista que aparece a continuación. Es una entrevista biográfica que recoge los planteamientos de hace 25 años al fundar Gernika Gogoratuz y cómo se están realizando hoy en un taller en Medialab-Prado.

¿Cómo surgió la idea de crear Gernika Gogoratuz?

Gernika como símbolo de identidad vasca y de paz tiene fuerza para mover voluntades que llega a todo el mundo transportada por el cuadro de Picasso. Esa fuerza me atrajo.

Una voz había propuesto en 1987 al parlamento de Alemania hacer un gesto con que ofrecer amistad y pedir reconciliación a Gernika y tanto el Ayuntamiento de Gernika-Lumo, como el Parlamento Vasco se mostraron dispuestos a aceptarlo si era sincero al reconocer la responsabilidad por la atrocidad del bombardeo. En ese sentido decidieron ese mismo año que se crease un centro para recordar el infausto suceso: GGG

Eso me llevó a proponer que ese GGG engarzase investigación con acción para contribuir así a abrir al mundo con el nombre de Gernika la identidad vasca, orientar y educar hacia una paz reconciliadora guiándose en ello por la buena voluntad de la gente de Gernika marcada por el bombardeo seguido de 40 años de represión.

Propuse dos cosas más: Que GGG hiciese memoria, pero no para meterla en el cajón del pasado, sino en el del futuro y que, teniendo que depender de fuerzas políticas para su sostén económico, fuese independiente en su actividad y toma de decisiones .

En GGG nos dimos cuenta del calado de la mediación y de la actitud mediadora para generar paz en el tratamiento de conflictos y tratamos de aplicar la mediación para superar la carga de violencia en el conflicto vasco, en la educación para la paz y para intentar esa reconciliación con Alemania.

¿Siguen siendo hoy válidos esos objetivos?

Dejé GGG hace ya diez años. Mejor pueden responder a tu pregunta los reponsables actuales.

Para mí sigue siendo válido el objetivo que ya indica el nombre “Gernika Gogoratuz”que propuse en 1987 – “gogoratuz” significa en euskera recordar encendiendo la voluntad -. Asi participo en la elaboración de un prototipo para generar una memoria histórica educadora de paz reconciliadora y tengo la suerte de haber encontrado una institución que ha puesto en marcha un taller para elaborar en un colectivo abierto este prototipo: “Medialab-Prado” en Madrid.

¿Tiene esto que ver con que el 2012 vaya a ser el “Año de las Culturas por la Paz y la Libertad” centrado en memoria sobre el horror pasado para lanzar un grito a favor de la convivencia futura, como ha dicho el Lehendakari, Patxi López?

El taller de que te hablo lleva año y medio preparándose y desde un principio se ha planteado la posibilidad de que un taller hermano en Euskadi aplique el mismo prototipo que elabora. Hemos pensado que sería bueno que se incorpore como proyecto al “Faro de la Paz” de “Donostia-San Sebastián Capital Europea de la Cultura 2016”con un recorrido de 4 años.

En cambio me acabo de enterar hace un par de días de lo que me preguntas al leer con retraso las palabras de la Consejera de Cultura, Blanca Urgell anunciando en Diciembre que en 2012 se va a»realizar una mirada desde la cultura, la creación y el pensamiento a los orígenes y consecuencias de la violencia»(eitb.com12.12. 2011) y lo primero que se me ocurre es que los talleres pueden aportar algo para mejorar esa mirada.

¿En qué puede corregirse?

Desde que la base social en que se sostenía ETA ha pasado a exigirle que deje las armas y se disuelva, está avanzando mucho la paz y se ha hecho mucho más aguda y amplia la mirada a la violencia. Ya percibe la violencia que emana del Estado y también la del régimen de Franco, que tanta huella han dejado, pero aún tiene una mancha ciega que la deja cojitranca como educadora.

¿Puedes explicarte mejor?

La mirada que sólo sabe buscar la violencia, sólo deposita en el ojo recuerdos con los que el cerebro construirá una memoria que eduque para evitar la violencia. Pero eso no es más que una dimensión de la paz, su blanco y negro, su justicia, por así decir y la paz tiene también otra dimensión con más color y calor, más vital, la paz de vida que está en las hebras de ayuda, aliento, sostén, que engarzan nuestras vidas una con otra y sin las que no pueden existir, ni empezar siquiera . Y me permito aquí recordar, porque viene a cuento, que todos empezamos a vivir ya dentro de una madre.

Ambas dimensiones de la paz están engarzadas una con otra, son inseparables y se necesitan mutuamente.

La mirada hacia el pasado que sólo busca violencia para decirle NO es torpe para educar paz de convivencia, que es más que paz de cumplidores de la ley; para hacerse buena educadora tiene que buscar y encontrar en el pasado hebras de paz de vida, entender el sentido humano que las anima, para decirles SI, más y mejor.

Hay esas hebras, pero no es fácil encontrarlas. Del todo imposible si hay en el ojo esa mancha ciega. Para quitarla el taller de que te hablo puede ofrecer un injerto de paz de vida a la memoria de las violencias.

¿Cómo se concreta todo esto?

“El movimiento se demuestra andando”. Así mejor te cuento cómo se está ya haciendo memoria del terror, los horrores y la resistencia con un injerto de hebras de paz de vida. Podemos empezar con la frase de Antígona “juntar no odio con odio, sino amor con amor” que dijo en un contexto de violencia sanguinaria. Pero más cerca tenemos una película con sus ocho Óscares que hace memoria del Holocausto con una hebra de paz de vida injertada, la ”Lista de Schindler”.

Y no es algo aislado, en Jerusalén hay el Museo del Holocausto con una Avenida y un Jardin de los “Justos entre las Naciones” con 23 mil nombres de personas que, como Schindler, no siendo judíos, salvaron vidas judías. Aquí entre nosotros hay Jardines de la Memoria en que se recuerdan las atrocidades y daños del terrorismo y también de otras violencias, lo que es un avance, pero aún no se recuerdan hebras de paz de vida, por lo que en comparación andamos algo retrasados.

En Serbia, Croacia, Bosnia aún son frescas las huellas de una violencia devastadora, pero al hacer memoria de ello una mujer Svetlana Broz, nieta de Tito, ha sabido injertar una veta de paz de vida recogiendo durante seis años en un sinfin de entrevistas relatos en que serbios protegen vidas amenazadas de musulmanes, musulmanes de croatas, croatas de serbios y al revés, formando todo un tejido de hebras de paz de vida en todas direcciones.Ha recogido 90 de ellas en un libro “Buena gente en Tiempos del Mal” que ella misma comenta: “Incluso en la mayor desgracia existe la bondad humana independientemente del Dios al que uno reza”, y me permito añadir : “y del partido al que uno vota”.

¿Dónde y cómo puede educar para la convivencia esa Memoria del Horror con un injerto de hebras de paz de vida?

Sobre eso poco sabemos aún, aunque Svetlana, que vino a Madrid invitada a dar una conferencia y dirigir una sesión del taller, ya nos ha dado alguna pista.

Svetlana se había reunido con jueces y fiscales del Tribunal Internacional de la Haya y le comentaron lo asombrados que estaban al enterarse por los relatos de su libro de que en medio de las hostilidades hubiese Croatas que echasen una mano a Serbios o Musulmanes, Musulmanes a Croatas o a Serbios, Serbios a Croatas o musulmanes. Nunca se lo habían ni imaginado.

En ese sentido la memoria educa ya a aplicar con más humanidad la justicia justiciera, que en los acusados sólo trata de encontrar crímenes con los que sustentar en la sentencia la pena que impone.

Svetlana mostró además cómo la memoria del horror educa a la convivencia en la medida en que incluye hebras de paz de vidas. Al conocer su libro está mejorando el trato que se dan entre sí la gente de las distintas etnias enfrentadas al desmembrase Yugoslavia. Su libro genera autoestima en cada etnia y convivencia entre ellas.

Según eso la memoria bien equipada con su injerto de hebras de paz de vida ya puede entrar sin más mi más en centros escolares

Ya está entrando porque 5 profesores de instituto participantes en el taller están recogiendo entre sus alumnos en institutos de Algete, Coslada y Madrid relatos de paz de vida que les cuentan sus abuelos u otros familiares. Al exponer en el taller cómo lo hacen y los problemas que encuentran estamos dándonos cuenta de que ni de lejos puede entrar esa educación metiendo así como así memoria en las aulas. Eso requiere un acompañamiento didáctico hecho a la medida.

Para empezar hay que hacer atrayente la memoria entre adolescentes, que no ven ningún sentido en la historia que hoy se les imparte ni encuentran una relación con sus vidas. Pero el pasado ya no aparece como ajeno y aburrido, sino que se vuelve atrayente al adentrarse en él como exploradores en búsqueda de lo oculto y olvidado en las propias raíces.

En este sentido desde el taller se está reuniendo información acerca del “shorashim”, el nombre que tiene en Israel una asignatura que hace de los alumnos exploradores y presentadores de sus propias raíces. Aquí tienes lo que de momento hemos encontrado :

Shorashim es una asignatura que se imparte durante toda la duración de un curso escolar en las escuelas de Israel a alumnos de 12 a 14 años y que depende mucho del estilo de cada escuela.

Cada alumno tiene la tarea de buscar sus raíces y para ello debe de entrevistar a sus padres y más aún a sus abuelos, pedirles cartas y documentos, fotos, visitar los lugares de origen de sus mayores, las escuelas por donde pasaron. Con todo ello tiene que confeccionar un álbum.

En la fiesta de fin de curso -al menos en algunas escuelas- alumno se sienta en una mesa con su álbum acompañado por su familia, que trae para repartir dulces, pastas o algo del estilo. Así se organiza una fiesta con la escuela abierta al vecindario, al barrio y en la que presenta el álbum con el relato acerca de sus raíces no en un espacio de competición, sino en un espacio acogedor y de celebración.

Esto tiene implicaciones didácticas importantes, no se trata de hacerlo sin más ni más ¿no?

Hay al menos dos asuntos más que también requieren acompañamiento didáctico. En general a los abuelos les gusta que sus nietos vengan como aventureros a buscar tesoros en sus relatos. Sin embargo en lo que narran aparecen pocas hebras de paz de vida casi enterradas bajo un aluvión de historias que ensalzan a lo propio. En ese sentido conviene equipar y alentar al alumno para que asuma el liderazgo de la entrevista agradeciendo el relato entero como un regalo, pero haciendo ver al abuelo que más que la paja importa el grano, las hebras de paz de vida, para que avive el recuerdo buscándolas con ahinco y las narre en la siguiente entrevista. El alumno se hace así explorador en busca de tesoros.

Al encontrar la hebra de paz de vida ya está andada la mitad del camino. La otra mitad, bien emocionante, consiste en entender esa hebra: Escuchar y ser sensible a las razones, sentimientos y resortes que movieron al ser humano a tender esa hebra y oir qué efectos ha tenido en el que la tendió.

Te pongo un ejemplo de lo más concreto para que me puedas entender: Escuchar y ser sensible a lo que movió al etarra que acechaba con su pistola al periodista en el paseo de la Playa de la Concha a no cumplir la orden de matarlo en el mejor momento, a tiro, con el dedo en el gatillo y huída fácil; en mal momento, porque justo antes se habían mirado a los ojos él y el periodista, que quizá no se haya aún ni enterado de lo que no pasó durante su paseo aquella mañana.

Otro ejemplo más, en que la segunda mitad del camino se plantea andada ya primera mitad. Así que vamos por partes:
Se trata del milagro de Zaragoza, o mejor dicho, de la construcción del milagro que se hizo al exponer en una capilla de la Basilica unas bombas que al principio de la Guerra Civil arrojaron sobre ella aviones republicanos, pero que no estallaron. Era así un milagro por obra de la Virgen, vencedora. La hebra de paz de vida humana aparece al haberse constatado que las bombas no tenían espoletas.

Como la pistola no dispara si no se aprieta el gatillo, la bomba no explota si se le desatornilla la espoleta, y como no suelen desatornillarse solas, es de suponer que una hebra de paz de vida las desatornilló.

Con esa explicación el milagro ya no es menos milagroso, pero lo milagroso es más humano, tanto más cuanto que en aquellos días estaba en boga la quema de conventos. La hebra no la tendió el bando republicano, la tendieron los pilotos desobedecendo a las órdenes del bando republicano.

Tenemos ya la hebra milagrosa y ahora viene la segunda parte: Entender y sentir el milagro humano.

Gracias, mila esker y suerte en el empeño.