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conflicto, recuerdo y paz

Archivos en la Categoría: Reconciliación

Luis Iriondo 1997-2010

Entrevista para Convives

Nélida Zaitegi me ha invitado a participar en el Nº 0 de la revista digital de la Asociación Convives y me ha realizado la entrevista que aparece a continuación. Es una entrevista biográfica que recoge los planteamientos de hace 25 años al fundar Gernika Gogoratuz y cómo se están realizando hoy en un taller en Medialab-Prado.

¿Cómo surgió la idea de crear Gernika Gogoratuz?

Gernika como símbolo de identidad vasca y de paz tiene fuerza para mover voluntades que llega a todo el mundo transportada por el cuadro de Picasso. Esa fuerza me atrajo.

Una voz había propuesto en 1987 al parlamento de Alemania hacer un gesto con que ofrecer amistad y pedir reconciliación a Gernika y tanto el Ayuntamiento de Gernika-Lumo, como el Parlamento Vasco se mostraron dispuestos a aceptarlo si era sincero al reconocer la responsabilidad por la atrocidad del bombardeo. En ese sentido decidieron ese mismo año que se crease un centro para recordar el infausto suceso: GGG

Eso me llevó a proponer que ese GGG engarzase investigación con acción para contribuir así a abrir al mundo con el nombre de Gernika la identidad vasca, orientar y educar hacia una paz reconciliadora guiándose en ello por la buena voluntad de la gente de Gernika marcada por el bombardeo seguido de 40 años de represión.

Propuse dos cosas más: Que GGG hiciese memoria, pero no para meterla en el cajón del pasado, sino en el del futuro y que, teniendo que depender de fuerzas políticas para su sostén económico, fuese independiente en su actividad y toma de decisiones .

En GGG nos dimos cuenta del calado de la mediación y de la actitud mediadora para generar paz en el tratamiento de conflictos y tratamos de aplicar la mediación para superar la carga de violencia en el conflicto vasco, en la educación para la paz y para intentar esa reconciliación con Alemania.

¿Siguen siendo hoy válidos esos objetivos?

Dejé GGG hace ya diez años. Mejor pueden responder a tu pregunta los reponsables actuales.

Para mí sigue siendo válido el objetivo que ya indica el nombre “Gernika Gogoratuz”que propuse en 1987 – “gogoratuz” significa en euskera recordar encendiendo la voluntad -. Asi participo en la elaboración de un prototipo para generar una memoria histórica educadora de paz reconciliadora y tengo la suerte de haber encontrado una institución que ha puesto en marcha un taller para elaborar en un colectivo abierto este prototipo: “Medialab-Prado” en Madrid.

¿Tiene esto que ver con que el 2012 vaya a ser el “Año de las Culturas por la Paz y la Libertad” centrado en memoria sobre el horror pasado para lanzar un grito a favor de la convivencia futura, como ha dicho el Lehendakari, Patxi López?

El taller de que te hablo lleva año y medio preparándose y desde un principio se ha planteado la posibilidad de que un taller hermano en Euskadi aplique el mismo prototipo que elabora. Hemos pensado que sería bueno que se incorpore como proyecto al “Faro de la Paz” de “Donostia-San Sebastián Capital Europea de la Cultura 2016”con un recorrido de 4 años.

En cambio me acabo de enterar hace un par de días de lo que me preguntas al leer con retraso las palabras de la Consejera de Cultura, Blanca Urgell anunciando en Diciembre que en 2012 se va a»realizar una mirada desde la cultura, la creación y el pensamiento a los orígenes y consecuencias de la violencia»(eitb.com12.12. 2011) y lo primero que se me ocurre es que los talleres pueden aportar algo para mejorar esa mirada.

¿En qué puede corregirse?

Desde que la base social en que se sostenía ETA ha pasado a exigirle que deje las armas y se disuelva, está avanzando mucho la paz y se ha hecho mucho más aguda y amplia la mirada a la violencia. Ya percibe la violencia que emana del Estado y también la del régimen de Franco, que tanta huella han dejado, pero aún tiene una mancha ciega que la deja cojitranca como educadora.

¿Puedes explicarte mejor?

La mirada que sólo sabe buscar la violencia, sólo deposita en el ojo recuerdos con los que el cerebro construirá una memoria que eduque para evitar la violencia. Pero eso no es más que una dimensión de la paz, su blanco y negro, su justicia, por así decir y la paz tiene también otra dimensión con más color y calor, más vital, la paz de vida que está en las hebras de ayuda, aliento, sostén, que engarzan nuestras vidas una con otra y sin las que no pueden existir, ni empezar siquiera . Y me permito aquí recordar, porque viene a cuento, que todos empezamos a vivir ya dentro de una madre.

Ambas dimensiones de la paz están engarzadas una con otra, son inseparables y se necesitan mutuamente.

La mirada hacia el pasado que sólo busca violencia para decirle NO es torpe para educar paz de convivencia, que es más que paz de cumplidores de la ley; para hacerse buena educadora tiene que buscar y encontrar en el pasado hebras de paz de vida, entender el sentido humano que las anima, para decirles SI, más y mejor.

Hay esas hebras, pero no es fácil encontrarlas. Del todo imposible si hay en el ojo esa mancha ciega. Para quitarla el taller de que te hablo puede ofrecer un injerto de paz de vida a la memoria de las violencias.

¿Cómo se concreta todo esto?

“El movimiento se demuestra andando”. Así mejor te cuento cómo se está ya haciendo memoria del terror, los horrores y la resistencia con un injerto de hebras de paz de vida. Podemos empezar con la frase de Antígona “juntar no odio con odio, sino amor con amor” que dijo en un contexto de violencia sanguinaria. Pero más cerca tenemos una película con sus ocho Óscares que hace memoria del Holocausto con una hebra de paz de vida injertada, la ”Lista de Schindler”.

Y no es algo aislado, en Jerusalén hay el Museo del Holocausto con una Avenida y un Jardin de los “Justos entre las Naciones” con 23 mil nombres de personas que, como Schindler, no siendo judíos, salvaron vidas judías. Aquí entre nosotros hay Jardines de la Memoria en que se recuerdan las atrocidades y daños del terrorismo y también de otras violencias, lo que es un avance, pero aún no se recuerdan hebras de paz de vida, por lo que en comparación andamos algo retrasados.

En Serbia, Croacia, Bosnia aún son frescas las huellas de una violencia devastadora, pero al hacer memoria de ello una mujer Svetlana Broz, nieta de Tito, ha sabido injertar una veta de paz de vida recogiendo durante seis años en un sinfin de entrevistas relatos en que serbios protegen vidas amenazadas de musulmanes, musulmanes de croatas, croatas de serbios y al revés, formando todo un tejido de hebras de paz de vida en todas direcciones.Ha recogido 90 de ellas en un libro “Buena gente en Tiempos del Mal” que ella misma comenta: “Incluso en la mayor desgracia existe la bondad humana independientemente del Dios al que uno reza”, y me permito añadir : “y del partido al que uno vota”.

¿Dónde y cómo puede educar para la convivencia esa Memoria del Horror con un injerto de hebras de paz de vida?

Sobre eso poco sabemos aún, aunque Svetlana, que vino a Madrid invitada a dar una conferencia y dirigir una sesión del taller, ya nos ha dado alguna pista.

Svetlana se había reunido con jueces y fiscales del Tribunal Internacional de la Haya y le comentaron lo asombrados que estaban al enterarse por los relatos de su libro de que en medio de las hostilidades hubiese Croatas que echasen una mano a Serbios o Musulmanes, Musulmanes a Croatas o a Serbios, Serbios a Croatas o musulmanes. Nunca se lo habían ni imaginado.

En ese sentido la memoria educa ya a aplicar con más humanidad la justicia justiciera, que en los acusados sólo trata de encontrar crímenes con los que sustentar en la sentencia la pena que impone.

Svetlana mostró además cómo la memoria del horror educa a la convivencia en la medida en que incluye hebras de paz de vidas. Al conocer su libro está mejorando el trato que se dan entre sí la gente de las distintas etnias enfrentadas al desmembrase Yugoslavia. Su libro genera autoestima en cada etnia y convivencia entre ellas.

Según eso la memoria bien equipada con su injerto de hebras de paz de vida ya puede entrar sin más mi más en centros escolares

Ya está entrando porque 5 profesores de instituto participantes en el taller están recogiendo entre sus alumnos en institutos de Algete, Coslada y Madrid relatos de paz de vida que les cuentan sus abuelos u otros familiares. Al exponer en el taller cómo lo hacen y los problemas que encuentran estamos dándonos cuenta de que ni de lejos puede entrar esa educación metiendo así como así memoria en las aulas. Eso requiere un acompañamiento didáctico hecho a la medida.

Para empezar hay que hacer atrayente la memoria entre adolescentes, que no ven ningún sentido en la historia que hoy se les imparte ni encuentran una relación con sus vidas. Pero el pasado ya no aparece como ajeno y aburrido, sino que se vuelve atrayente al adentrarse en él como exploradores en búsqueda de lo oculto y olvidado en las propias raíces.

En este sentido desde el taller se está reuniendo información acerca del “shorashim”, el nombre que tiene en Israel una asignatura que hace de los alumnos exploradores y presentadores de sus propias raíces. Aquí tienes lo que de momento hemos encontrado :

Shorashim es una asignatura que se imparte durante toda la duración de un curso escolar en las escuelas de Israel a alumnos de 12 a 14 años y que depende mucho del estilo de cada escuela.

Cada alumno tiene la tarea de buscar sus raíces y para ello debe de entrevistar a sus padres y más aún a sus abuelos, pedirles cartas y documentos, fotos, visitar los lugares de origen de sus mayores, las escuelas por donde pasaron. Con todo ello tiene que confeccionar un álbum.

En la fiesta de fin de curso -al menos en algunas escuelas- alumno se sienta en una mesa con su álbum acompañado por su familia, que trae para repartir dulces, pastas o algo del estilo. Así se organiza una fiesta con la escuela abierta al vecindario, al barrio y en la que presenta el álbum con el relato acerca de sus raíces no en un espacio de competición, sino en un espacio acogedor y de celebración.

Esto tiene implicaciones didácticas importantes, no se trata de hacerlo sin más ni más ¿no?

Hay al menos dos asuntos más que también requieren acompañamiento didáctico. En general a los abuelos les gusta que sus nietos vengan como aventureros a buscar tesoros en sus relatos. Sin embargo en lo que narran aparecen pocas hebras de paz de vida casi enterradas bajo un aluvión de historias que ensalzan a lo propio. En ese sentido conviene equipar y alentar al alumno para que asuma el liderazgo de la entrevista agradeciendo el relato entero como un regalo, pero haciendo ver al abuelo que más que la paja importa el grano, las hebras de paz de vida, para que avive el recuerdo buscándolas con ahinco y las narre en la siguiente entrevista. El alumno se hace así explorador en busca de tesoros.

Al encontrar la hebra de paz de vida ya está andada la mitad del camino. La otra mitad, bien emocionante, consiste en entender esa hebra: Escuchar y ser sensible a las razones, sentimientos y resortes que movieron al ser humano a tender esa hebra y oir qué efectos ha tenido en el que la tendió.

Te pongo un ejemplo de lo más concreto para que me puedas entender: Escuchar y ser sensible a lo que movió al etarra que acechaba con su pistola al periodista en el paseo de la Playa de la Concha a no cumplir la orden de matarlo en el mejor momento, a tiro, con el dedo en el gatillo y huída fácil; en mal momento, porque justo antes se habían mirado a los ojos él y el periodista, que quizá no se haya aún ni enterado de lo que no pasó durante su paseo aquella mañana.

Otro ejemplo más, en que la segunda mitad del camino se plantea andada ya primera mitad. Así que vamos por partes:
Se trata del milagro de Zaragoza, o mejor dicho, de la construcción del milagro que se hizo al exponer en una capilla de la Basilica unas bombas que al principio de la Guerra Civil arrojaron sobre ella aviones republicanos, pero que no estallaron. Era así un milagro por obra de la Virgen, vencedora. La hebra de paz de vida humana aparece al haberse constatado que las bombas no tenían espoletas.

Como la pistola no dispara si no se aprieta el gatillo, la bomba no explota si se le desatornilla la espoleta, y como no suelen desatornillarse solas, es de suponer que una hebra de paz de vida las desatornilló.

Con esa explicación el milagro ya no es menos milagroso, pero lo milagroso es más humano, tanto más cuanto que en aquellos días estaba en boga la quema de conventos. La hebra no la tendió el bando republicano, la tendieron los pilotos desobedecendo a las órdenes del bando republicano.

Tenemos ya la hebra milagrosa y ahora viene la segunda parte: Entender y sentir el milagro humano.

Gracias, mila esker y suerte en el empeño.

Taller: Memoria y Procomún

Medialab ha puesto en marcha un taller de elaboración colectiva de un prototipo de memoria histórica procomún. He aceptado dirigirlo al haberse generado un consenso en respaldo a mi propuesta de construir memoria a partir de recuerdos de actos que generan, protegen y mantienen incluso en las situaciones más adversas engarces de apoyo, socorro, aliento entre seres humanos. Hemos dado a esta memoria el nombre de “memoria de paz de vida”.

El taller va a constar de cuatro sesiones y de una red para la coordinación de las distintas aportaciones de los participantes. La primera sesión del taller ya tuvo lugar el 23 de Noviembre y junto conmigo la coordinó Pablo Sánchez León. Aquí se adjunta la grabación de casi 2 horas y media.

Se puede ver desde este link:

Presentación de Memoria y Procomún

Es bien larga:

  • En los primeros 15 minutos expongo cómo ha surgido este proyecto y cuál es el planteamiento al iniciar el taller.
  • A continuación expusieron los distintos participantes uno por uno sus motivos, reflexiones y el tipo de aportación que imaginan hacer.
  • Luego cuatro de nosotros presentamos un muestrario de 5 narraciones de paz de vida bien distintas y contrapuestas, para probar si sirven como piezas con las que construir una memoria procomún.
  • Al final hubo barra libre en la que intercambiamos ideas y planteamos complementar las sesiones del taller con esa red de contactos entre participantes.

Esta red enseguida se ha echado a rodar: en el mes que lleva en marcha hemos mantenido ya más de 40 conversaciones entre los que participamos en la primera sesión del taller y varias más con gente que entretanto se está asomando e incluso sumando al proyecto.

Gracias a que la sesión quedó grabada por entero y a que la red de contactos está en marcha, el proyecto “memoria y procomún” es abierto y acogedor. Puede aportar a él y beneficiarse de él cualquiera, aunque viva lejos de la sede de medialab-prado y no pueda estar presente en las sesiones del taller.

Esta combinación de sesiones y red da más juego del que pensamos al principio. Así, por ejemplo, varios participantes nos han hecho ver que una sesión grabada y con participantes que apenas se conocen entre sí es mal lugar para poner de sopetón bajo los focos narraciones confidenciales, tiernas, indefensas, las más de las veces de recuerdos callados, conmovedores que nos atraviesan. Eso es un cortocircuitazo.

Al compartir en la red este problema ha ido surgiendo y cobrando fuerza la idea de sacar esas narraciones íntimas de la sesión -que es pública- y trasladarlas a los contactos de red – que se pueden hacer con quién más quieras, donde, cuando y como quieras-. Así pueden empezar a brotar esos recuerdos callados en el calor y la seguridad de un nido e irse plasmando, tomando forma en él para luego, ya bien armados, encaminarles para su aparición pública.

Los próximos pasos públicos de este proyecto van a darse entre el 16 y el 18 de enero con una conferencia a cargo de Svetlana Broz de Sarajevo y dos sesiones del taller, la primera guiada también por Svetlana y la segunda por María García Alonso y Pablo Sanchez León.

Vaya SemanETA

ETA entre dos muertes. Su muerte el 20-O y una muerte digna

El 20 Octubre ha habido un cambio histórico, ha muerto ETA, acabado el tiempo marcado por su violencia y acaba de nacer un nuevo tiempo.

La muerte de ETA ha sido una muerte requeteanunciada y más que anunciada: ha sido causada por la sociedad civil con su voluntad de paz, por el ejercicio de los poderes del estado o los dos estados, del arco parlamentario, del concierto internacional  y de los medios de comunicación. Ha sido programada y  apañada detrás de los bastidores y orquestada 3 días antes en el escenario de grand-ex-figuras mundiales en la Casa de la Paz de Donosti. Ha sido ejecutada por la propia ETA con la declaración de fin de su lucha armada y confirmada por el arrollador eco nacional y del mundo mundial que ésta declaración de fin ha tenido.

Increíble, pero cierto: ETA misma se ha puesto fin en el momento en que estaba ya achuchada por su propia base social,  evidentemente ya sin poder para conseguir por su vía armada ni uno solo de sus objetivos, pero aún con una pizca de poder para dar sus últimos coletazos de bestia moribunda.

Hoy se reclama en todos lados el derecho humano fundamental a una muerte digna, lo que no cuadra aquí porque esta muerte de ETA es de momento bastante indigna. Pero ha sido no una muerte cerrada -como p.e. la que le han dado a Gadafi- sino abierta. Y porque es abierta, aunque hoy aun le falte mucho para ser digna, abre un tiempo en que podemos hacer que se cierre siendo digna, y abriéndose a una paz reconciliadora y de engarce de vidas. Voy a tratar de esbozar una hoja de ruta – que ya sé que será incompleta- para el recorrido entre la muerte abierta y poco digna y la muerte digna y esperanzadora de ETA, a la que todos tenemos derecho y cada uno tenemos que  aportar  algo propio.

Pero antes debo explicarles -tratando de convencerles- que, como afirmo en la primera línea, ETA ha muerto el 20 de octubre: ETA ha muerto como una fábrica. La fábrica ya no produce sus productos, la empresa propietaria quiebra, está en suspensión de pagos, pero no se disuelve de sopetón en la nada, sino que se crea una entidad  que gestiona el desmantelamiento de la fábrica, el reciclaje de todo lo que queda dentro, la negociación con sus acreedores y sus empleados, etc. etc.

Solo al final de eso, se disuelve.

ETA ha cerrado como factoría de violencia terrorista. Ya no va a producir más esa violencia, ni a amenazar con ella, ni a poner esa amenaza en una mesa de negociación.

Para que se logre esa dignidad humana tras el cierre como factoría, le queda a ETA como gestora de su disolución un tramo a recorrer con varias tareas:

– Dialogar, como le han sabiamente encomendado, con los estados de España y de Francia, el viraje:

  • de la política penitenciaria de la dispersión al acercamiento,
  • del cumplimiento de sentencia con rigor, privación y aislamiento máximos a un trato orientado a la reinserción, transparente, reeducador.

Ni los fundamentos ni los principios de la justicia democrática se cuestionan con un viraje así, más bien se asientan. Lo que trae a mal traer a esos principios y fundamentos es justo el su-bidón antiterrorista con que la justicia trató de responder a la acción terrorista de ETA, pasando a ser castigadora a tope, ilegalizadora al extremo, productora de sentencias de pena máxima.

Pero esa acción terrorista ha acabado la semana pasada y la justicia puede ya recobrar plenamente su misión de educadora para la reinserción.

  • Afanarse, esforzarse por conocer, reconocer, y conmoverse ante el daño que su acción terrorista ha causado en las víctimas del terrorismo. Acercarse a ellas llanamente, con expresión abierta pidiéndoles: “Ayúdame a entender y sentir el daño y la pérdida que mi actividad terrorista, nuestra actividad terrorista, ha hecho en tu vida y en la vida de los tuyos. Y dime qué necesitas y quieres que haga”

Esa es una asignatura pendiente que con  la declaración del 20-O ha pasado al orden del día.

  • Desprenderse de sus armas. Para lo que hay dos formas de hacerlo:

– Una menos buena, de humillación: entregándolas a las fuerzas de seguridad del estado o los estados, más unas pocas a los Mossos de Escuadra y Ertzaintza, con lo que pueden reciclarse para sangrientas misiones de paz en Afganistán, Libia o lo que venga.

– Otra mejor, de celebración: entregándolas a la ciudadanía para que haga con ellas una pira y quemándolas festivamente enfrente de la Casa de la Paz, lo que contribuye a “más paz con menos armas” con fuegos no-artificiales esta vez. (El problema es que las armas son muy metálicas, arden muy mal y apestan al hacerlo).

Imaginémoslo: ETA, hecha ya gestora de su disolución, anuncia que tal día y a tal hora en tal pueblo va abrir un zulo, sacar las armas y entregárselas a la ciudadanía. Las sacan y entregan algunos – todavía encapuchados para que no les lleven directamente a la cárcel-.  Ciudadanos, voluntarios las reciben, las cargan en  uno o dos carros que han traído y hacen algo así como una Korrika, de las que tanto nos gustan, para llevarlas hasta la Casa de la Paz, apilarlas  frente al edificio y hacerles lo que sea para que se vuelvan inservibles como armas y pasen a servir para algo mejor – la versión actual del dicho bíblico de Isaías “De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas” -. Se invita a las víctimas de ETA y a los encauchados a sumarse a la Korrika.

La Casa de la Paz está en Gipuzkoa, pero desde zulos en Bizkaia pueden llevarse en Korrika las armas  y apilarlas frente al “Guggenheim”, frente a un edificio emblemático de Biarritz, por ejemplo, puede hacerse lo mismo y ¿Hay mejor lugar y más poético para apilar armas desenterradas en cualquier otro sitio que el Kilómetro 0, Puerta del Sol?

Pero para hacer digna la muerte de ETA, ETA sola no basta, ni tampoco la mirada hacia ETA y los daños que ha causado. Hace falta mirar a más cosas y más lejos en el pasado y en el futuro para que un cierre digno de la muerte de ETA abra el camino a la esperanza y a la reconciliación. Cuando un río que se ha desmadrado vuelve tras muchos años a su cauce, el nuevo cauce ya no va ser el mismo que el viejo cauce, como lo marcó el franquismo triunfador de la guerra civil, ni tampoco como lo modificó la transición democrática, que ya no da más de sí.

Mirando hacia del pasado hay que recuperar recuerdos y hacer memoria de las pérdidas y penas causadas a las víctimas, de su reacción, superando impulsos de odio y de venganza, buscando democracia y justicia.

Pero también hay que recordar más: Las artes y artimañas para mantener engarces de vida y de ayuda que se han dado entre miembros de familias, cuadrillas, vecinos e incluso entre extraños    vinculados a ambos bandos “enemigos” durante la guerra, bajo el régimen de Franco, y en el marco del consenso que forjó la transición democrática: Es decir, construir memoria de la paz de vida que subyace a la violencia.

Y más todavía: Tenemos que recordarnos y hacer memoria de nosotros mismos y de cómo la mayoría vitoreábamos a ETA en toda España hace 35 años. (Yo también gritaba “¡Gora ETA!).  Si no lo hacemos, también nos ponemos capuchas a la hora de exigir a los etarras que se las quiten.

Mirando al futuro: Hemos de recoger la voz fresca de los indignados, “¡Oeh, oeh, oeh, lo llaman democracia y no lo es!”. Recojo aquí las palabras de un amigo: “el rechazo a la violencia por la ciudadanía vasca ha sido un factor determinante en la decisión de ETA; el nuevo tiempo que ahora comienza debe ser el tiempo de la no violencia, del respeto y de la democracia participativa; el 15-M es el germen de una nueva forma de concebir y ejercer la política… por los ciudadanos: se basa en la no violencia, en el respeto al otro y en la apertura a las opiniones de todos.”

En el nuevo cauce ha de haber más democracia, más participación ciudadana, menos capuchas y más autenticidad de transparencia.

Así ojalá digamos: ¡descansa en paz ETA con una muerte a fin de cuentas digna! y nosotros todos – 99% – con camino abierto en y hacia una paz justa y de vida.

Ideas sobre Paz negativa y Paz de Vida

Los investigadores por la paz han aceptado la distinción que han hecho dos grandes maestros -Johan Galtung y Adam Curle- entre paz negativa y paz positiva.

En este escrito con “paz negativa” se designa el rechazo, el NO, a la violencia entre seres humanos en cualquiera de sus muchas formas, desde el desprecio o la hostilidad hasta la amenaza de guerra o la guerra misma. Esa “paz negativa” es una dimensión de la paz, parece incluso que es la única, pero no lo es. Para entender su importancia, basta con señalar que la tarea de la paz negativa que tiene por hacer la humanidad, es desandar el camino emprendido durante miles de años que la ha llevado a dotarse de instrumentos de guerra capaces de destruir mil veces la vida sobre la tierra, desencadenar terribles guerras con millones de muertos por motivos falsos, y en 10 de los últimos cien años a batallar dos guerras mundiales.

Pero no menos importancia tiene otra dimensión de la paz, la paz positiva, que en vez de ser el NO a la violencia entre seres humanos es el SI al engarce entre sus vidas. Paz positiva es que se busquen, acerquen, encuentren, interesen, amen, disfruten, apasionen, eduquen, regalen, es que una vida haga algo por otra, por su sentido y dignidad sin calcular ni sopesar contrapartidas. Es paz de vida. Pero tiene un grave problema: Es hermana inseparable de la paz negativa, pero es hermana invisible.

Una figura de la tragedia griega, Antígona, expresó esa paz de vida al decir: «No junto odio con odio, sino amor con amor».

La paz negativa y la paz de vida son dos componentes de la paz y nunca van sólas, ni siquiera cabe imaginarlas sólas. En el mundo real siempre forman una amalgama, entre las dos y con las violencias que hay en juego.

Todavía impera hoy el punto de vista dialéctico: la violencia es el No a la vida, por tanto el No a la violencia es el Sí a la vida. Yo creo que esta fórmula, operativa durante más de 150 años, hoy está exhausta y que el pasodoble de los Noes más que el paso al Si a la vida, está volviéndose una trituradora de vidas.

A la vida humana se la puede dar un Sí, sin tener que pasar por dos Noes. La paz positiva es este Sí a la vida. Pero a una vida ancha, que quiere vivir y vive engarzada con otras. Una vida que sufre lo que le toca sufrir, pero bañada por la alegría del convivir. Hay paz positiva en una sociedad allí donde cada cual da y recibe vida más allá de balances contables.

Las dos componentes de la paz ante la violencia

La relación entre la dimensión negativa de la paz y la violencia es palmaria, es de suma y resta: Por definición cuanta más violencia hay menos paz negativa queda, cuanto menos violencia queda, más paz negativa hay. Visto así, construir la paz negativa es lo mismo que disminuir la violencia y la guerra.

La dimensión negativa de la paz se encuentra en el mismo escenario y bajo los mismos focos que la violencia que rechaza, es tan visible como ellas. Se mide con el mismo metro la rotura de una tregua que la proclamación de una tregua.

Pero con la dimensión positiva de la paz es bien distinto:

1.- Puede haber y hay al tiempo violencia o hasta guerra amenazando y rompiendo vidas, y al tiempo haber entre vidas -incluso en bandos enfrentrados- lazos, ternura, apoyo mutuo, sostén, respeto, honra, convivencia, protección, lealtades, alegría, viveza, humor, apoyo mutuo, llanto y canto, paz positiva. Sigue habiendo y latiendo paz de vida debajo de la guerra y de la hostilidad. por muy totales que sean.

La paz positiva subyace a la violencia y la guerra tejiéndose en redes, formas y ámbitos acogedores muchas veces escondidos, las más de las veces ignorados. Si las cosas van bien puede ir gradualmente aflorando desde esos ámbitos recónditos hasta generar zonas de paz, con estructuras que le ayudan a sostenerse y una cultura que la hace valer y la alienta.

2.- La dimensión positiva de la paz no se separa de violencia y guerra por una raya divisoria, como hace la dimensión negativa. En contraste con ella, la paz positiva va a donde está la guerra y se entremete en ella, trata de enlazar con lo humano que hay en los seres humanos metidos en la dinámica de la violencia y guerra, propone complicidad y consenso, incluir al otro en un nosotros abierto, recuerda semillas sembradas en el pasado, crea ambiente en el presente y responde a la destrucción, el trauma y el dolor abriendo hacia el futuro horizontes de reconciliación. Sus fronteras más que separaciones, son ante todo vías de encuentro, enlaces. No forman un NO a la violencia, que se enfrenta desde fuera a la realidad, sino un SI a lo humano que se adentra en esa realidad.

Así obra ya, cuando aún no se ha logrado la paz negativa, la paz positiva socavando la violencia y la guerra, al tiempo que se enriquece, cobra aliento y porta más y más esperanza. Cuestiona y corroe la guerra y violencia vengan de donde vengan. La paz de vida es así factor de superación de guerra y violencia.

La paz positiva no se retrotrae sobre si misma ante una realidad marcada por la guerra y la violencia, sino que acompaña al «no» a ambas, que es el oficio de la paz negativa, engarzándolo con el “si” a la vida, que es su propio oficio, y llevando ese sí hasta las entrañas de la guerra.

Traducido al tratamiento de conflictos, significa esto “ser firmes con la materia del conflicto y honrar al otro”, es decir ir al encuentro del otro en busca del punto en que darle el sí.

El trabajo de paz no sólo debe de consistir en detectar, denunciar, llevar a tribunales, condenar, castigar y penar a la violencia y la guerra, incluso bombardeándola en clave de paz negativa, sino que puede y debe construir un respaldo en clave de paz de vida. Ese respaldo, que es ante todo cultural, consiste sacar a la luz, atraer la atención hacia y construir memoria de la riqueza de la vida en paz que subyace a la guerra y a la violencia, y que de otra forma queda tapada por la imagen de enemigo.

El resaltar y hacer memoria de esa paz la protege, potencia, genera solidaridad. A la vez, al tener eco en la sociedad y en el mundo, conforta y alienta a quienes están empeñados en ella, que se dan así cuenta del valor y significado de lo que están haciendo.

No se trata de mostrar sólo a víctimas de la carnicería de la guerra y la violencia como seres pasivos aniquilados y mutilados, sino de mostrar también el tejido en paz que esos seres humanos construyen con sus afanes, lealtades, fidelidades, quehaceres y compromisos morales. Se trata de ir por delante de la guerra y mostrar la paz para evitarla y no por detrás para lamentarla. Se trata de mostrar la flor de la vida para no tener que mostrar la sangre de su destrucción. Es corta y lúgubre la paz que sólo puede enseñar flores rotas y ensangrentadas.

La acción de castigo de la justicia punitiva es la respuesta en paz negativa a la destrucción causada por la violencia y el horizonte de reconciliación la respuesta en paz positiva. Es paz positiva que llega tarde para prevenir la violencia, pero guarda su memoria y previene su repetición en la medida en que propone una reconciliación.

Pero la paz positiva puede anteponerse a la violencia y no prevenir sólo su repetición, sino su primera actuación. La violencia en gestación antes de descargarse en actos tiene que haber dibujado un blanco con imagen de enemigo, es decir con la vida deshumanizada y demonizada a la que apuntar. Tiene que manifestarse culturalmente con imágenes antes de ser fáctica con hechos.

La paz positiva puede responder a la violencia cultural cuando aún no se ha descargado en acciones violentas pero ya amenaza al fijar su blanco con imágenes deshumanizadas y demonizadas de enemigo. Si consigue no quedar escondida sino manifestarse, salir a la luz, la paz positiva puede deshacer ese blanco y prevenir así que se descargue la violencia.

Así como la reconciliación requiere la verdad del pasado, no puede hacerse sobre un pasado oculto, la violencia no puede descargarse sin haber primero tapado debajo del blanco la paz positiva subyacente.

Capté los distintos rasgos de la paz de vida que aquí señalo al reflexionar sobre narraciones hechas en distintos talleres. Así por ejemplo recuerdo aún lo que contó una mujer acerca de una balacera en Amalfi, pueblo de Antioquia en Colombia. Está Amalfi como en un embudo, en el fondo de un valle rodeado de cerros. En su centro hay una iglesia colonial y adosada a ella una comisaría de policía. Cerca una casa con una cruz roja en el tejado, en la que vivía una familia que gestionaba una ONG.

Un frente de las FARC tenía rodeado a Amalfi y había empezado a atacarlo. Su superioridad era aplastante. Al empezar la balacera, los miembros de esa familia y más gente, no se quedaron escondidos y acurrucados, sino que se echaron a las calles a recoger a los niños que estaban jugando en ellas y llevarlos a la casa con la cruz roja en la terraza. Varios de ellos fueron corriendo a hablar con el comandante de las FARC a decirle: “Usted está al mando de lo que declaran que es el pueblo colombiano en armas. En nombre de lo que dice, no bombardee la comisaría de policía porque así destruye la iglesia colonial, la riqueza de nuestro pueblo. Negocie con nuestra ayuda su rendición.”

El «Guernica» de otra manera

  • “Guernica” cuadro abierto

Picasso recordó/expresó en su “Guernica” el horror y la muerte de la guerra civil desatada por el fascismo y se centró para hacerlo en el bombardeo por la Legión Condor de la Alemania nazi de Gernika, villa vasca.

En el cuadro, sin embargo, no puso ni ningún rasgo ni contexto vasco, ni el Árbol de Gernika, ni una Ikurriña, ni dio nombre en euskera a su obra. Para pintarlo escogió un lienzo mural grande y ancho (7,80 x 3,50), que dejó abierto y sin marco. Contra su costumbre, dejó sin firma la pintura. Esa fue la forma de abrir en su obra una tragedia inhumana vasca expresando a través de ella un mensaje para el mundo y para siempre mientras exista en él el horror que denuncia. En el “Guernica” “no hay que poner más, sino quitar“ había escrito, y pintó así a los gernikeses quitándoles particularidades,  para que cobraran entera su esencia humana como vascos a lo grande, como seres humanos  inocentes, desarmados, indefensos en tragedia por prepotencia inhumana. Ahí están en un sótano vivos y muertos, aterrados, agonizando, huyendo, buscándose, socorriéndose, llorándose por tanta vida rota y expresando en el caballo agonizante  ese  imperioso “No” al poder de muerte déspota desde arriba y a su guerra. Un “No” con poesía en gotas de esperanza escondida en el pajarillo casi perdido y en la florecilla que brota del cuenco de la mano del guerrero con la vida y la espada rotas.

Los gernikeses todos, los bombardeados aquel día, sus hijos y nietos, y los llegados de otras tierras, quieren mucho al cuadro, sienten que es en cierta manera suyo y quieren hacerlo aún más suyo. Tienen copias, muchas talladas en madera, en sus casas, en sus bares. El ayuntamiento les respalda y en una calle hay bien visible la gran reproducción mural del cuadro en azulejos, regalo de artesanos valencianos, con el rótulo añadido “Gernika Gernikara”, (“Guernica a Guernica”), exigiendo así que se traiga a Gernika y quede expuesto en Gernika el cuadro que pintó Picasso en Paris, viajó de allí por Escandinavia, Inglaterra y los Estados Unidos recogiendo dinero para ayudar a las víctimas republicanas, hasta que se refugió por voluntad de su autor durante 40 años de dictadura franquista en el Museo de Arte Moderno de NY (MoMA) y que ahora está en el Museo Reina Sofía, bien cerca de la estación de Atocha, lugar de otro atroz Guernica el 11 de Marzo del año 2004.

  • La fuerza de paz del “Guernica”

En la tragedia del bombardeo del 26 de abril de 1937 brotó en Gernika una inmensa fuerza de rechazo a la guerra y de paz que fue recogida en la imagen del cuadro como recuerdo de muerte y respuesta de vida.

Fue algo iniciático porque ese día la tragedia no hizo más que empezar y desde entonces  se repite sin cesar. Con aquel bombardeo entró la humanidad en una era marcada por una prepotencia inhumana que siembra de arriba abajo muertes aterradoras entre seres inocentes y desarmados para forzar así a la sumisión bajo el mando vencedor. Esa desgracia obra de sus máximos prepotentes, pero también redoblada por otros golpes de un terror que se asestan en nombre de los de abajo, ha causado y sigue causando  por todo el mundo miles de Gernikas: Londres, Coventry, Rotterdam, Leningrado, Hamburgo, Dresden, Pforzheim, Hiroshima, Nagasaki, My Lai, Novi Sad, Santiago de Chile, Belgrado, NY S-11, Bagdag, Madrid 11-M, Londres 7-jul.

Como grito de paz contra guerras y violencias asesinas, “Guernica” no es un cuadro quieto sino en ruta, el más viajero del mundo. Más de 30 viajes hizo ya el enorme lienzo entero arrollándose, desplegándose y resquebrajándose. Pero al no estar ya para esos trotes y quedar parado – primero en el MoMA a partir de 1958  y desde 1981 en el Reina Sofía – sigue su movimiento. Y es que, aunque esté fijado en el museo, su fuerza de paz no queda encerrada en él. Cada nueva y terrible Gernika llama al “Guernica” y hace que se desprenda del lienzo la imagen entera o un trozo de ella y en vuelo, como mariposa mensajera, vaya a posarse en el lugar desde el que absorbe en negro el nuevo horror de inhumanidad, y con color la esperanza humana. La fuerza de paz que levanta en quienes la contemplan brota así de cada lugar en que se posa recogiendo, abrazando y expresando su tragedia, haciendo admirar y compadecer lo humano, denunciando lo inhumano, llamando y animando a resistirse contra ello en nombre de la vida humana esperanzada. Así como respuesta a tanta muerte injusta, va sumando potencial de paz y vida.

De Gernika a otras nuevas Gernikas vuelan mariposas mensajeras cruzando los tiempos desde lo que ya ocurrió, ha vuelto a ocurrir o está ocurriendo, hasta el porvenir, para prevenir la nueva amenaza que se echa encima de otros lugares ya amenazados, alarmando y defendiendo la vida al posar sobre ellos el recuerdo del horror. Vuelan también cruzando los espacios ligando lo humano que hay desde lugares del horror con horizontes que anuncian la celebración de la vida hacia los que les mueve la esperanza.

Esas son las rutas de paz por las que vuelan las imágenes del “Guernica”. Al desprenderse del lienzo son vascas. Según dónde se posen y lo que absorban pasan a ser también vietnamitas, alicantinas, palestinas, irakies, kurdas, españolas, norteamericanas, chechenias, tibetanas, serbias, bosnias, egipcias, chiapanecas, mundiales.

Manifestación en Fayetville contra Guerra Irak USA 2003

11 Marzo 2004 Madrid

  • Descifrar la trayectoria de las imágenes

Para entender eso hay que descifrar la trayectoria de las imágenes en sus rutas de paz, el campo de fuerzas a través del que vuelan, el arte con que lo hacen gracias a las manos que -tras Picasso- las reproducen, repintan y dan nuevas formas, las barreras y señuelos que influyen y marcan sus derroteros, extraviándolas a veces, haciendo incluso que se posen en sitios equivocados, sigan su vuelo encajonadas, pierdan su mensaje, o lo enriquezcan y hasta descubran nuevas tierras en que posarse para recoger otras tragedias desde siempre desatendidas.

Descifrar es admirar. Es admirable el arte con que se apañan y se las ingenian para sortear obstáculos y seguir su vuelo transformándose, cobrando nuevos colores y formas. Y descifrar es también darse cuenta de lo débiles que son las mariposas mensajeras y de lo necesitadas que están del apoyo orientador y protector que puede brindarles Gernika, como ningún otro lugar.

La riqueza que brinda la lectura de estas mariposas queda muy bien reflejada en las reacciones que levantó la irreverente obra del artista Fernando Bellver, en la que el personaje de Popeye le asesta un puñetazo a la madre del «Guernica». Una y la misma obra sirvió  como imagen por un lado contra el maltrato de género de la Asociación de Mujeres de Madrid, y por otro lado, en EEUU, en una exposición del artista la obra generó tal indignación entre un grupo de feministas que le dieron la vuelta en señal de protesta.

«Popeye Guernica» de Fernando Bellver

Descifrar es cosa de nunca acabar pero que puede empezarse en cualquier momento. Eso se intenta aquí mismo aunque en una primera exploración, guiada por un concepto de la paz, que no todos han de compartir. Sus resultados pueden ser sin duda cuestionados pero con toda su insuficiencia este primer intento muestra ya el gran potencial de paz que portan las imágenes del “Guernica”.

  • Las barreras de la represión

El primer factor que frena, incluso asfixia la expresión del horror es la misma prepotencia destructora que causa la tragedia entre inocentes, y que a la vez presiona para que ninguna imagen ni voz la muestre y denuncie. Hasta cuando ya entra en declive y se ve tan desbordada, esta prepotencia dominadora que ya no puede seguir sembrando masivamente y abiertamente muerte, suele seguir haciéndolo en pequeñas dosis y furtivamente o forzando leyes de punto final para impedir que se haga público y evidente el gran horror con que se generó y sobre el que se asentó. E incluso, cuando la prepotencia ha decaído tanto que ya no puede cumplir una amenaza, aún le queda la larga sombra del miedo que su terror proyectó, que sigue atenazando años, decenios, generaciones las gargantas y los corazones.

En el interior de los afectados se ponen también en marcha mecanismos que ocultan y hasta ahogan el horror sufrido que humilla, deshonra, avergüenza, margina, excluye de los seres cercanos que acompañan nuestras vidas. Para no perder el entorno humano se escoge callar incluso ante uno mismo.

  • El arte expresa ya lo que la víctima aún tiene que callar

Pero cuando el miedo atenaza a la misma víctima impidiendo que se manifieste la verdad del horror como grito de su garganta, gesto revelador en su rostro, puede que el artista ya sea capaz de gritar recogiendo ese horror en una obra de arte. Así hizo Picasso con el “Guernica”, una obra de arte contra la muerte del ser humano, pero también, dijo Picasso, “contra la muerte del arte” y su fuerte mensaje llegó en unos meses a todos los rincones del mundo. En contraste, la voz de los bombardeados por Franco y Hitler el 26 de Abril de 1937 tuvo que estar callada durante más de 40 años,  ha tardado casi 60 en ser oída, y aun ha llegado a pocos lugares del mundo.

Juegan en esto sin duda varios factores, pero indudablemente uno de ellos es el salvoconducto que tiene la obra de arte reconocida para cruzar fronteras – en un vuelo inocente -.

Así, como obra de arte mundialmente reconocida, logró el “Guernica”,  infiltrarse en España ya en los años 50, cuando aún era un coto cerrado, espacio de dominación del franquismo vencedor. Cruzó las fronteras traído casi siempre desde Francia como objeto de arte inocente burlando la torpe vigilancia de los censores y con la complicidad de un sector cada vez mayor de la sociedad, que lo colgó en las paredes de sus casas donde paso a ser símbolo compartido de identidad y compromiso democráticos,  “sobre todo, símbolo de lucha y de rebeldía”, en palabras de Tàpies.

La sociedad civil empeñada más y más por la causa democrática socava los fundamentos de la dictadura y su icono es el “Guernica”. A fines de los años sesenta  fracasa un tanteo del  régimen franquista  tratando de que vuelva el cuadro a España como muestra de su apertura. Para entonces las reproducciones del “Guernica” salen ya a espacios públicos son imparables cada vez más mordaces y demoledoras de la dictadura sobre todo las del “Equipo Crónica”.

“El Intruso” Equipo Crónica 1969
  • El copyright

Un factor  que lastra, desvía  o incluso impide el vuelo es el “copyright” al que está sometido el “Guernica” como casi todas las obras de Picasso. Quien adquiere ese copyright, puede hacer y exhibir reproducciones del ”Guernica”  para servir a sus propósitos – ateniéndose a ciertas condiciones fijadas, que debieran asegurar la calidad -.  Los sucesores de Picasso detentan y detentarán ese copyright hasta 70 años tras la muerte del autor, es decir hasta el 2052.

Las mariposas pueden así comprarse como trofeos. Así lo hizo -por ejemplo-  el ejército alemán exhibiendo en una campaña de publicidad 1990 el ”Guernica” provisto de su copyright en varios de los semanarios alemanes de mayor tirada.

  • La indignación selectiva

Otro factor que hace estragos en las mariposas es la “indignación selectiva”. Es la indignación que nos hace alzar el grito de alerta, condena y protesta ante la violencia que se descarga sobre nosotros y sobre lo que hacemos nuestro, pero desatiende y deja de lado, ignora, niega la tragedia que nosotros y los nuestros causamos a otros.

Así puede que una mariposa del “Guernica” acuda atraída por una injusticia trágica y al posarse para recogerla y expresarla, oculte otra tragedia dejando escondida la mano que la causó. Pero puede que también desde la tragedia así ocultada salga a su vez una invocación al “Guernica” para que otra mariposa la acoja y exprese. Son mariposas en vuelo con la imagen reveladora de un horror inhumano en un ala, pero con otro ala negra ocultadora. Pueden hasta dejar su ruta de paz chocando en su vuelo y volviéndose armas arrojadizas.

Eso ocurre demasiada veces y es triste que en nombre del “Guernica” se enfrenten víctimas, en vez de unirse.

Hay, sin embargo artistas que saben dar forma y expresión a la mariposa mensajera para que vuele con las dos alas su ruta de paz del pasado al porvenir:

Asi en los días siguientes a la tragedia del 11-S Adam Nieman confeccionó  un cartel con la figura de la mujer con el niño muerto en sus brazos y el letrero “No servirá de nada bombardear a Irak” añadiendo un comentario: Funciona tan bien este fragmento del “Guernica” por su ambigüedad, ¿Es la mujer una americana víctima del  11-S o un afgana víctima de la respuesta americana? A mi entender es ambas cosas, es alguien sufriendo que no puede consolarse con otras bombas…. todos entendemos su mirada –horror espanto y pena- de las semanas después del 11-S”.

Bombing Irak won´t help

  • La picota

Hay mariposas del “Guernica” que al posarse en una nueva Gernika se clavan en ella, absorben en sus alas imágenes que no trajeron desde el origen de su vuelo, que Picasso dejó fuera, y cargadas con ellas, ya no pueden volar a ningún otro lado.

Como repuesta a la guerra de Irak surgió un enjambre incesante de incontables mariposas, que hasta cambiaban el nombre de ”Guernica” por “Iraknika”.

Las más de las veces hacen de la imagen una picota en la que ponen entre las víctimas al agresor: banderas, escudos, tanques aviones, bombas, todo tipo de armas y rostros, incluso con cara de cerdo: los Estados Unidos.  Queda así clavada la mariposa, atrapada como acusador, abogada del diablo, que rebaja lo humano en la víctima al absolutizar lo inhumano en el victimario. Ya no sirven para otra cosa.

Poster de “Not in our Name” 2004

Así se pierde el enfoque de Picasso que en 1958 escribió “Al mostrar la cara de la guerra nunca he pensado en un rasgo particular, sino sólo en su monstruosidad. Menos aún he pensado en el casco o en el uniforme de las tropas americanas o de ningún otro ejército. No tengo nada contra los americanos. Estoy del lado de los seres humanos, de todos.”

En el contexto de las revoluciones islámicas del norte de África, un humorista gráfico de origen venezolano pero de nombre vasco, Eneko, destaca el sufrimiento de raíz, prolongado y soterrado del pueblo egipcio bajo la dictadura de Mubarak, haciendo confluir el grito del «Guernica» con las pirámides de Egipto y conviertiéndo a una de éstas en la punta de un iceberg de represión y dolor.


  • La pobreza inhumana

Hoy empieza a anunciarse entre nosotros otro horror y terror, que yacía demasiado escondido. El de la miseria indigna, causada por el hombre al hombre: La recogen ya las voces de víctimas tan ilustres como las del 11-S en Nueva York.

Así hace un mensaje poético Patricio Graham, que aquel día perdió a su hermano en la Torre Norte:

Pero si somos honestos, alguna vez, con nuestra humanidad voraz del consumo y la muerte…

No nos hemos acaso acostumbrado a OTRAS BOMBAS Y ATENTADOS?

¿Cuántas víctimas sangran cada día en nuestros países por los atentados de la injusticia?

Se llame como se llame:

planes económicos, riquezas concentradas,

pueblos negados, Occidente Omnipotente…

¡Basta de estar acostumbrados!

Que las bombas y el dolor nos despierten a todas y a todos!!

Es hora de volver a quedar perplejos y horrorizados…

Cuando te vemos, HUMANIDAD UNA, estallar en pedazos

En las bombas y en las márgenes

En las guerras y en las culturas despojadas

En las Torres y en los jóvenes vacíos de esperanza

En los Trenes y en las manos flacas de trabajadores sin pan para la casa

E igual que las voces de victimas como Patricio Greham, se encuentran ya mariposas mensajeras del “Guernica” volando a posarse en los amplios territorios asolados por el hambre que el hombre causa al hombre. Así en Nueva York un artista portorriqueño ha pintado un mural del “Guernica” contra la miseria abjecta.

James De la Vega ante su mural Guernica sobre la pobreza.

  • Color y esperanza

Algo admirable de la trayectoria y el mensaje de las mariposas mensajeras del “Guernica” es el hecho de que en las más de ellas las figuras en blanco, gris y negro desprendidas del lienzo original, y recogidas por la mano que pinta la copia están combinadas por esa mano con otras figuras y con colores, incluso alegres y hasta con imágenes de vida en el gozo de la paz. Esos colores y contextos de vida aparecen con más frecuencia si la copia no recoge la imagen entera del cuadro y si ha sido pintada por muchach@s o niñ@s. ¿Cómo descifrar eso?

La interpretación que aquí se aventura es que el “Guernica” no vuela de un horror inhumano a otro para constatar resignadamente la destructividad humana. El cuadro es un grito de condena y resistencia alentado por la esperanza de vida compartida en paz. En el lienzo mismo apenas se entreve esa esperanza, pero aflora en las mariposas mensajeras que en su ruta de paz aspiran a no terminar su trayectoria posándose en un horror más para mostrar una nueva mueca de la guerra, sino cogiendo en él energía para seguir su vuelo hacia un horizonte de paz.

Ese horizonte no está desligado de la realidad en que sucede el horror. Tiene su fuerza en la humanidad que impregna esa realidad. Debajo del rostro negro de la tragedia hay supervivencia, vida subyacente con color escondido que en el vuelo se trasluce más y más. Debajo del horror de la muerte se descubre la alegría que habita en lo hondo de la vida en el ser humano.

Muchas manos de niño pintan la mariposa para que vuele alegre. Para el concurso de carteles anunciadores de las fiestas de Agostoen la misma Gernika, una muchacha ha presentado un anuncio de colorines festivos en el que vuela el pajarillo del “Guernica”.

Bregenz Austria, obra del proyecto “Guernica Kids”

Un gran muestrario de mariposas coloreadas por manos de niños ofrece el proyecto “Guernica Kids” iniciado en Kioto en 1995 y que entretanto se ha extendido a más de 30 países en cinco continentes. Consiste en reunir niños, p.e. de 9 años, con los que   reflexionar sobre la guerra y la paz para que luego pinten juntos un lienzo del tamaño exacto del “Guernica” (3,5 x 7,80 m).

La trasmisión y transformación de la imagen del “Guernica” de generación en generación parece dar más y más fuerza a su mensaje de esperanza.

  • La trasmisión del mensaje de “Guernica” por otra imagen

Puede incluso que la mariposa mensajera para llevar su mensaje recogiendo un nuevo horror, manteniendo la vinculación con el “Guernica” llegue a desprenderse por completo de la imagen para asumir otra.

El 16 de Marzo de 1968 durante la guerra de Vietnam la compañia “Charlie” de los EE.UU. atacó la aldea indefensa My Lai masacrando durante 4 horas y media 500 mujeres, ancianos y niños. Ronald Haeberle, un soldado, logró fotografiar en color el horror y sus fotos aparecen en Noviembre del 69 en “Life”. Un grupo de artistas “Coalición de Trabajadores del Arte”(AWC) compone un cartel con una de esas fotos mostrando la fosa llena de cadáveres con un letrero superpuesto “P: “¿Y también Bebés? R: También bebés” recogida en un interrogatorio hecho a un participante.

La Coalición de Trabajadores del Arte quiere establecer crear un vínculo entre este cartel y el “Guernica” y para ello contactan al MoMA proponiéndole que lo patrocine y distribuya, pero el MoMA  acaba echándose atrás. Ante eso AWC decide hacer por su cuenta el vínculo y varios de sus miembros se meten en el museo acompañados por fotógrafos y despliegan delante del cuadro una docena de carteles. Así manifiestan que “My Lai es Gernika”.

  • Conservación de las imágenes del “Guernica”  

A primera vista parece esa avalancha de imágenes sacadas del “Guernica” un inmenso caos sin sentido y lleno de basura. Sólo se empieza a entender su potencial de paz haciendo como aquí un intento de descifrar sus trayectorias, a dónde se dirigen y a qué pueden deberse sus cambios de forma y de color.

Al buscar en Google las figuras reproducidas del “Guernica”, aparecen más de 60.000 imágenes, muy repetidas, pero no son más que una pequeña parte de las mariposas mensajeras. Generalmente están reproducidas por un artista de cierto prestigio y se encuentran en una página Web. Hay muchas más imágenes y de gran valor, sin embargo, que internet no recoge, porque están pintadas con rasgos toscos por una mano anónima. Y su vida es muy fugaz pasando pronto a ser considerada mera basura.

En Abril de 1995 en la Audiencia Nacional tiene lugar un juicio acerca de las indemnizaciones que exigen recibir tras 14 años de espera los 20.000 envenenados por haber ingerido algún tóxico que parecía contener el aceite de colza. Unas docenas de personas varias de ellas en sillas de ruedas están plantadas todo el día frente al edificio para exigir justicia y muestran láminas de un plástico que se usa para envolturas mostrando la figura de la mujer con el niño muerto en brazos del “Guernica”.

  • La protección de las imágenes del “Guernica”

En Gernika hay solera y tradición en el cuidado y protección de las imágenes del ”Guernica” en sus trayectorias:
Un magnate norteamericano, Nelson Rockefeller quiso comprar el “Guernica”. Picasso se negó a ello pero accedió a que hiciese fabricar un tapiz de lana del mismo tamaño que reconoció como copia auténtica. A la muerte de Nelson Rockefeller en 1985, su viuda lo donó a las Naciones Unidas y quedó instalado en la entrada a la sala de reuniones del Consejo de Seguridad, en la torre de NuevaYork. Justo en esa entrada se hacen las ruedas de prensa y precisamente ahí, el 5 de febrero 2003 se hizo una para que el Secretario de Estado de los Estados Unidos Colin Powell presentase sus pruebas, que resultaron ser falsas, de que Irak contaba con armas de destrucción masiva y exigiese una resolución del Consejo de Seguridad autorizando la guerra. Sin embargo, antes de hacerlo, taparon con un paño azul el ”Guernica” para que no apareciese en el transfondo.

Los supervivientes del bombardeo de Gernika levantaron inmediatamente la voz, haciendo el 8 de Febrero la siguiente declaración pública: “Los Miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han dispuesto que durante su ultimo encuentro el pasado 5 de Febrero se tape el tapiz con el “Guernica” de Picasso que está colgado en su edificio. Está allí precisamente para mostrar bien visible el horror de Gernika y para que así recuerden que su responsabilidad es impedir – en nombre de la humanidad que representan – que nunca más vuelva a producirse. Destapen el cuadro e impidan la guerra.”

El 13 de Febrero asistió Luis Iriondo superviviente del bombardeo de Gernika , al acto de conmemoración del bombardeo de Dresde, en la Frauenkirche. Allí insistió ante televisiones de 12 países “El Guernica es un grito contra la guerra, quítenle la mordaza que le han puesto”

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En 1990, nada más aparecer en dos grandes semanarios alemanes “Stern” y “Der Spiegel” una copia del “Guernica” en anuncios de propaganda del ejército alemán, se elevó desde Gernika una protesta que dirigí, como coordinador del “Centro de Investigación por la  Paz Gernika Gogoratuz” a Stoltemberg, Ministro de Defensa Alemán.

“….El Parlamento de Alemania ha adoptado por unanimidad una resolución con la siguiente frase ¨La destrucción de la villa vasca de Gernika fue causada por un bombardeo de aviones de la Legión Condor. Las víctimas de la población civil indefensa invitan a un gesto de paz”

El ejército alemán debe encabezar con esta frase su anuncio. De no hacerlo, usa la imagen de un anuncio sin verdad, sin gusto y sin dignidad. Y el ejército alemán ha de mantener ante todo dignidad y mostrar respeto si quiere hacer propios los valores de la paz en vez de tratar de ostentarlos.

En nombre de las victimas de Gernika exijo del ejército alemán que sólo en este contexto muestre el cuadro de Picasso…”

Meses después quien protesta en una recepción que le dedica el Presidente  de Alemania es un gran escritor alemán quien, rompiendo el protocolo, interrumpe la lectura de su novela “El rodaballo” y se dirige a su anfitrión exigiéndole que pida perdón en nombre de Alemania a Gernika por la afrenta de la exhibición del “Guernica”. Ante eso el Ministro de Defensa hizo una declaración comprometiéndose a que su ejército no volviese a anunciarse con el cuadro.